martes, 21 de agosto de 2007

¡Por fin la Izquierda!

FADELA AMARA Presidenta del movimiento "Ni Putas Ni Sumisas"Fadela Amara nació en un suburbio de Francia, en una familia obrera de origen argelino. Tenía 14 años cuando uno de sus hermanos murió atropellado por un conductor borracho que nunca fue juzgado. Desde entonces lucha por la igualdad de derechos para los inmigrantes, segregados en barriadas que, por el abandono del Estado, se han convertido en guetos en los que tratan de enquistarse los islamistas.
En 2003, con un puñado de jóvenes, Fadela creó el movimiento Ni Putas Ni Sumisas, toda una provocación que responde a una frase habitual de los chavales de los barrios (“Todas putas menos mi madre”) y que puso a Francia ante su propia vergüenza: el infierno que padecen las mujeres de los suburbios, víctimas de segregación, matrimonios forzados, violaciones colectivas e incluso asesinatos de honor.
En Madrid, invitada por el Instituto Francés, Fadela, de 43 años, asegura que sólo haciendo valer los principios de la república laica puede combatirse el islamismo.

Pregunta. La opresión de las musulmanas en los suburbios franceses se reproduce en otros países europeos. ¿Es un problema de los barrios o del islam?
Respuesta. Hay que distinguir entre religión y tradiciones arcaicas. La interpretación de los textos religiosos siempre se ha hecho por y para los hombres.Yo soy musulmana creyente y considero el velo como un instrumento de opresión contra la mujer. La historia del velo está ligada no tanto al islam como a sociedades patriarcales.En esa tradición arcaica, la virginidad representa el honor de la familia y, en los suburbios de hoy, el honor de todo el barrio. Por eso hablamos de una regresión.Las mujeres de mi generación habíamos logrado un poco de libertad: podíamos elegir al compañero o estudiar la carrera en otra ciudad. Hoy una chica del suburbio ve cómo todos los muchachos, en nombre del honor, se convierten en guardianes de su virginidad.
P. ¿Qué influencia ejercen los imanes en ese comportamiento?
R. Hay dos etapas. A finales de los ochenta emerge en los barrios el “islam de los sótanos”, grupúsculos islamistas bajo la batuta de imanes autoproclamados, que usan un discurso muy radical en relación con la mujer y apelan a la intervención de los muchachos.Y ellos controlan a sus hermanas: no te vistas así, el maquillaje y los vaqueros se han terminado, de la falda corta mejor ni hablar…Hoy, los islamistas tienen títulos universitarios e instrumentalizan el islam con un proyecto que no tiene nada que ver con nuestra república laica.
P. ¿Incluye a [el académico suizo] Tariq Ramadán en ese grupo?
R. La gente como Ramadán ha contribuido a la desintegración de la república y a la implantación del proceso comunitarista. Mucha gente de los barrios, discriminada, sin trabajo, piensa que Francia no les quiere. Mi generación se rebeló y salió a la calle.Pero Tariq Ramadán capitaliza nuestra frustración y nos lleva a otro discurso: en nombre del islam, reencontrad vuestra dignidad, afirmaos primero como musulmanes y después, eventualmente, como franceses.Lo paradójico es que a Ramadán, como va todo atildado y es un intelectual, lo invitan en todas partes y ha podido propagar su doble discurso: “limpio”, delante de los periodistas, pero otro muy distinto en los suburbios, y sabemos de lo que hablamos porque estábamos allí: las chicas a un lado, los chicos a otro.Su propuesta de una moratoria en la cuestión de la lapidación de la mujer es inadmisible. En Suiza, que jamás ha vivido en un país musulmán y que, como hijo de burgués, nunca padeció los problemas que tuvimos los hijos de obreros y tuvo acceso a todos los conocimientos. Su“islam moderno es para mí un islam fundamentalista.
P. Los manifestantes en favor del velo se envolvían en la bandera francesa y cantaban La Marsellesa. ¿Los islamistas usan los símbolos de la república para pervertir sus fundamentos?
R. Por supuesto. Usan las herramientas de la democracia para destruirla. Guardando las proporciones, es lo que hizo Hitler. Detrás del discurso de los islamistas sobre la mujer hay un proyecto político fascista. Yo le llamo el fascismo verde, lo que me ha valido una condena a muerte.
P. La prohibición del velo en las escuelas, en 2004, ¿fue una victoria para ustedes?
R. Fue una gran victoria. Sobre todo para mí, porque en 1989, cuando apareció el primer velo, lo defendí, apostando por la escuela republicana. Yo decía: cuidado, esas crías están bajo presión, pero la escuela republicana les va a ayudar, les dará las armas para que mañana puedan elegir.Pasó el tiempo, de un caso pasamos a 100, a 400… Y de pronto ya no estábamos frente a niñas con una crisis de identidad, sino ante jóvenes captadas y formadas por los islamistas, que se habían convertido en activistas políticas aunque tuvieran 12 o 14 años. La idea detrás del velo era acostumbrar a la opinión pública a ver a jóvenes cubiertas. Asumido eso, se pasaría a otra reivindicación, y a otra, y a otra. Es la “islamización desde abajo”.
P. ¿Qué siente una mujer de izquierda ante ciertos sectores progresistas que aprueban el velo en aras del multiculturalismo?
R. Estoy totalmente en contra del relativismo cultural. Soy hija de inmigrantes y estoy orgullosa de ello. Y Creo que la libertad y la igualdad son valores universales, válidos para el estudiante chino de Tiananmen, para las mujeres de Soweto, para las madres de los desaparecidos en Latinoamérica, pero también para las mujeres de los suburbios franceses.Lo que no acepto es que se redefinan los conceptos de libertad e igualdad en función del color de la piel.
P. El doble rasero de algunos intelectuales europeos.
R. Exactamente. Es el planteamiento del relativismo cultural me encanta tu cuscús y tu caftán, pero voy a cerrar los ojos si te someten a la ablación o si te casan a la fuerza, porque esa es tu tradición.No estoy de acuerdo con el concepto de choque de civilizaciones del que hablan Bush y Bin Laden. Los dos bandos que se enfrentan en el mundo son, por un lado, los que están comprometidos con la libertad de conciencia y la universalidad de los valores, y por otro, los oscurantistas de todo tipo. Y en ambos lados puedes encontrar árabes, blancos…
P. En el mundo musulmán, el lado que defiende los valores universales es particularmente débil.
R. Y lo es aún más porque Occidente ha contribuido a debilitar las fuerzas de progreso. Por eso creo que es racista y colonialista decir:“No vamos a exportar la democracia a esos países, y menos todavía nuestros valores de libertad e igualdad, porque ellos no tienen esa tradición y no están preparados”.Para mí la democracia tiene una sola definición: un hombre, un voto; una mujer, un voto.Y cuando dices esto, hay intelectuales de izquierda que dicen: “Fadela hace el juego a la clase blanca dominante”. Yo no soy una intelectual, soy una obrera, una mujer del terreno.Para ellos, con sus prejuicios, es inimaginable que los hijos de los inmigrantes podamos afirmarnos como franceses y comprometernos con la república laica. La mejor forma de demostrar que no estamos en el choque de civilizaciones es que los jóvenes de la inmigración magrebí musulmana porten la bandera de la democracia, el estado de Derecho y los valores universales.

Fuente: El País

martes, 7 de agosto de 2007

Ortodoxia


Para obtener una licenciatura en Filosofía y Letras o en Ciencias en Estudios de la mujer en la Universidad Publica de Kansas, los estudiantes habrán de manifestar su familiaridad con conceptos clave de los Estudios de la mujer tales como la construcción social de sexos, la opresión de la mujer y la violencia contra ella, el heterosexismo, el racismo, el clasismo y la desigualdad global.


Del plan de estudios de la Universidad Publica de Arkansas

Why Spain must put out more flags


From The Times
August 2, 2007
Thomas Catan in Madrid

To outsiders it may not seem particularly controversial. But yesterday Spaniards of all stripes were angrily debating a Supreme Court ruling that the Spanish flag must fly outside all public buildings — even in independent-minded regions.
The ruling revived the divisive issue of Spanish unity as those in favour of a centralised state clashed with separatists on internet forums.
“That the Supreme Court has to intervene so that the Spanish flag can fly in Spain is a clear symptom of how neurotic and divided we Spanish are,” a poster called “Atanatos” wrote in Periodista Digital, praising the court’s decision.
Others viewed it as imposition from Madrid. “We live in a democracy and I think it’s unfair to make us fly a flag that we Basques have no good feelings toward,” wrote “Rizzo” on the website of La Vanguardia. “If that flag is placed in my town hall, I’ll be the first to go to a protest march or Spanish flag-burning.”
Foreign visitors are often bewildered at the sheer number and variety of flags on display in Spain. The national flag — red and yellow with the Spanish coat of arms — was adopted only in 1981, when the country returned to democracy after four decades of dictatorship.
However, it must fly alongside the ensigns of the country’s seventeen autonomous regions and two autonomous cities. Some of those still associate the Spanish flag with the repression of the Franco dictatorship, which sought to extinguish the country’s regional identities in favour of a centralised state.
In the most restive regions — Catalonia and the Basque Country — the Spanish flag is often supplanted altogether, bombarded with paint or torn down by supporters of independence.
At public rallies in Spain, still other flags are on display. Right-wing marchers sometimes carry the Spanish flag in use during Franco’s rule, which bears a fascist-style eagle with a sun behind its head.
Leftist marchers will often bear the red, purple and gold standard in use during the Second Republic and scrapped by Franco after his 1936 military coup that sparked the Spanish Civil War.
The Republican flag has become popular with the labour unions and in women’s rights and gay pride marches.
The latest ruling came in response to an appeal by the Basque regional government, which had been ordered by a lower court to fly the Spanish flag outside the academy of its regional police force, the Ertzaintza.
The Basque government argued that it had not flown the Spanish flag outside its police headquarters in more than 20 years. The Supreme Court dismissed the argument, saying that that did not exempt it from doing so.
Lest independent-minded regional governments try to get around the ruling by hanging the Spanish flag in a disused back room or dark cupboard, the Supreme Court specified that it must be hung “permanently” in “a preferential place, inside or outside the building”.
The Basque government said yesterday that it would simply obey the law, without elaborating. But many believed that the Spanish flag will be attacked mercilessly by proindependence protesters if it complied.
There are often violent incidents during the annual fiestas of the Basque city of Bilbao, when the Spanish, Basque and European flags must all be raised above the town hall. Ironically, it is the Ertzaintza riot police that are charged with protecting the Spanish flag during those disturbances, much to the fury of proindependence protesters.
The Mayor of the Catalan town of Matadepera, Jordi Comas, was charged this year with insulting the Spanish flag after refusing to hang it in his town hall.