lunes, 31 de marzo de 2008

Poema japonés

En el mar, vestido de yedra de Iwami,
Cerca del cabo de Kara
El alga miru de las profundidades
Crece en los arrecifes hundidos;
La enjoyada maraña marina
Crece en la playa rocosa.
Agitándose como la enjoyada maraña
Marina, mi amada yacía conmigo,
Mi amada, por la que siento un fervor
Profundo como el océano donde crece la miru.
Sólo dormimos juntos unas pocas
Noches maravillosas y después
Tuve que separarme de ella.
Fue como separar enredaderas trenzadas.
Mis entrañas están enredadas
Con la pena de mi corazón.
La añoro y miro hacia atrás.
Una maraña de hojas de colores
Baja el monte Watari.
Ya no puedo ver el agitarse
De sus mangas al despedirme.
La luna corre por entre las nubes
Y por encima de la casita
De la luna de miel en el monte Yagami.
El sol en el ocaso se ha ocultado.
Ya se va extinguiendo la luz.
Yo creía ser un hombre valiente,
Pero traigo mis delgadas mangas
Empapadas de lágrimas.

(He tomado este poema del libro de Kenneth Rexroth, Cien poemas japoneses traducidos por Carlos Manzano para la editorial Gadir.)

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