domingo, 2 de marzo de 2008

El "Hombre Nuevo"

Releyendo El pensamiento cautivo.

... el “hombre nuevo”, despojado de todos sus adjetivos, es aquel ser humano que niega cualquier tipo de fidelidad, afirmación del mundo u orden jerárquico; aquel para el que el mundo y el ser humano -”tan sólo” un animal- se rige por la sola fuerza, las leyes de la naturaleza y del sistema social, la economía o la Historia. (Para el “hombre nuevo”,cualquier análisis que vaya más allá de esta constatación es “idealista.” )
El "hombre nuevo" inmola la razón, arrojándose por la pendiente de la acción pura. Tiende a adherirse a “movimientos” cuyos objetivos son la búsqueda -mediante la fuerza- de un nuevo orden, de una nueva pureza, de una nueva fe capaz de cambiar al hombre por medio del cambio de las condiciones sociales. Y por supuesto, quienes se sitúen al margen, por escrúpulos morales o religiosos, son enemigos de la felicidad del hombre, seres incapaces de asumir sus responsabilidades. Gente a eliminar.
Para el “hombre nuevo”, la filosofía más “realista” es aquella capaz de calmar su deseo de una verdad brutal... de sumergir las “ilusiones” de la filosofía y del pensamiento humano en el movimiento de la materia.
En cuanto al arte, ya no cree que sea necesario... en su cólera es incapaz de sentir amor por el mundo que nos rodea, contemplar su sensual belleza. Condenado al movimiento continuo, el “hombre nuevo” no puede quedarse quieto y contemplar. No puede encontrar sosiego más que en las formas, los sonidos y los colores, en fragmentos de materia. Cuando más violento, directo y tendencioso es un arte o un artista mucho mejor es para él. El “hombre nuevo” cuando es artista se desliza a lo estereotipado. Ya no plasmaba una idea propia, sino que cumple una misión.
Lo que hay en el fondo del ojo del “hombre nuevo” es odio. Su capacidad analítica se desarrolla y acelera mediante el odio, interrelacionando fenómenos políticos o económicos nunca pensados hasta el momento.... simplificando el mundo hasta transformar a todos los seres y cosas en conceptos puros (políticos, económicos, biológicos, genéticos). El comportamiento derivado en este análisis no puede ser más que violento, tendencioso y sin escrúpulos... haciendo desaparecer los límites entre verdad y propaganda, palabra y grito de guerra.
Este tipo de nuevo ser, es una vuelta -a través del nihilismo- al salvajismo, una nueva caída en los brazos de la pasión ciega.

Gente así hay mucha.

2 comentarios:

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Los "hombres nuevos" enseguida se hacen "viejos"...

Don Cogito, a ver si nos vemos en esta semana, allá por el jueves o incluso el fin de semana, te llamo antes del miércoles.

Don Cogito dijo...

a ver... cuando quieras...